¿Es bueno comer tomate en el embarazo?
El tomate tiene propiedades beneficiosas para el embarazo, como son los antioxidantes. Casi todos los antioxidantes son liposolubles, y por tanto protegen los órganos del cuerpo, entre ellos los órganos reproductores, los óvulos y el esperma.
El licopeno y otros antioxidantes carotenoides liposolubles, como el beta-caroteno. la luteína y la zeaxantina se encuentran en altas concentraciones en los testículos sanos. Se ha demostrado que el licopeno favorece la fertilidad masculina, sobre todo porque actúa a la hora de corregir un bajo recuento espermático e incluso un esperma anormal. Es necesario comer a diario tomates u otras hortalizas de colores intensos para mantener elevados los niveles de estos antioxidantes.
¿Conoces los beneficios del tomate deshidratado? Los niveles de licopeno en los tomates procesados pueden ser hasta 10 veces superiores a los del fruto fresco, lo que hace de los tomates deshidratados una excelente elección para aquellos que quieren conseguir un embarazo. Este proceso de secado natural los convierte en mucho más sanos que si se procesan y enriquecen con azúcar, como el ketchup.
El tomate también proporciona sodio y potasio, minerales que mantienen nuestro cuerpo alcalinizado e hidratado, asegurando la eliminación eficaz de toxinas. Descubre cuándo es más aconsejable comer tomate en el embarazo y algunos trucos para evitar la acidez del tomate estando embarazada. ¡No te los pierdas, son muy prácticos!.
Consejos para comer tomate en el embarazo
Puedes tomar los tomates con un poco de aceite de oliva, que te aportará, además de un exquisito sabor, ácido oleico. El ácido oleico moviliza los ácidos grasos esenciales y los carotenoides que ayudan a mantener fértiles nuestras células.