La manzanilla o camomila es una infusión que provoca un suave efecto sedante que puede ser muy recomendable especialmente para el segundo trimestre de embarazo. El crecimiento del vientre puede ocasionar dolores pélvicos y de espalda, así como trastornos del sueño. Los efectos de la manzanilla en el embarazo pueden ayudar a conseguir la calma, haciendo que sea más fácil sobrellevar las incomodidades y mejorar la calidad del sueño.
La beneficios de la manzanilla también pueden ayudar a aliviar las náuseas, si es que éstas aún perduran durante el segundo trimestre, y suavizar los trastornos digestivos. Finalmente, esta hierba tiene efectos positivos sobre la acidez, el estreñimiento y posibles infecciones del tracto urinario.
La infusión de manzanilla o camomila es un remedio muy popular para ayudar a conciliar el sueño, pero con una taza o dos es suficiente; una cantidad mayor podría tener el efecto contrario y actuar como un estimulante.
Consejos para tomar manzanilla durante el embarazo
Entonces... ¿puedo tomar manzanilla durante el embarazo? Sí, ésta es una de las hierbas adecuadas durante el embarazo y no se han identificado efectos nocivos si se consume moderadamente. Por lo tanto no forma parte de las infusiones prohibidas en el embarazo y que pueden afectar el curso de la gestación. Sin embargo, recomendamos no beberla en grandes cantidades, ya que sus efectos a dosis muy elevadas todavía se desconocen. Sobre todo, hay que tener precaución durante el primer trimestre de embarazo, ya que es la fase en que los órganos del feto empiezan a formarse y en la que éste se encuentra más vulnerable. En esta etapa, es recomendable no abusar tampoco del té ni de otras hierbas en infusión.