¿Puedo comer cordero si estoy embarazada?
La carne de cordero, consumida con modaración, favorece la fertilidad. Las proteinas del cordero son buenas para el embarazo, se trata de unas proteínas densas de alta calidad y con un nivel elevado de Vitamina B.
El cordero proporciona a la embarazada la Vitamina B necesaria para fabricar proteínas, y proporciona los aminoácidos necesarios para la salud del endometrio y la replicación celular. Además también es conveniente para el hombre, si se está buscando el embarazo, porque favorece la mejora de la calidad del esperma. Además de la Vitamina B, también contiene buenos niveles de selenio y cinc, oligoelementos antioxidantes que protegen el óvulo, el esperma y el útero, y ayudan al hígado a eliminar toxinas. La falta de zinc se ha relacionado en algunos estudios con los abortos espontáneos, ya que todos los tejidos y organismos del cuerpo necesitan de este elemento para poder crecer y seguir desarrollándose.
El cordero contiene grasas saturadas, que deben consumirse en una dieta con alta dosis de fibra y ácidos grasos esenciales, y baja en azúcar. De esta manera las grasas saturadas del cordero favorecen la comunicación celular necesaria para la concepción en lugar de ser perjudiciales.
El cordero es uno de los alimentos recomendados en el embarazo que debes consumir moderadamente y también aporta otro antioxidante, la coenzima Q10, que puede ayudar a concebir porque mejora el suministro sanguíneo y enengético a las células de los órganos reproductores.
Consejos para comer cordero en el embarazo
Es mejor que durante el embarazo no comas cordero más de una vez por semana, porque contiene muchas grasas saturadas. Las chuletas son el corte más recomendado. Si tienes la posibilidad, es mejor que elijas carne de cordero ecológico de granja, así te aseguras de que las grasas son de buena calidad y reduces al mínimo el nivel de hormonas y productos químicos nocivos para tu embarazo.