¿Puedo comer apio en el embarazo?
El apio no tiene contraindicaciones en el embarazo, porque sus propiedades aportan beneficios a la embarazada. Comer apio en el embarazo es una de las mejores maneras de reducir la hipertensión y por tanto evitar riesgos futuros, como la preeclampsia.
Enriquece tu dieta en el embarazo con el apio que contiene dos sustancias, la apigenina y la ftálida, son sustancias que dilatan los vasos sanguíneos, y además tiene las propiedades de tres minerales; potasio, calcio y magnesio, que relajan los vasos sanguíneos. Su efecto conjunto mantiene el equilibrio de la presión sanguínea a niveles saludables.
El apio también contiene triptófano, un aminoácido calmante con el que fabricamos serotonina, el neurotransmisor que regula el sueño y el ánimo. Entre los beneficios del comer apio estando embarazada encontramos que hace mucho tiempo como un remedio natural contra la ansiedad, los problemas de sueño y la presión sanguínea elevada.
El folato (o ácido fólico) hace que sea también un alimento indicado para la prevención de malformaciones congénitas, y el elevado contenido en potasio y agua ayudan a evitar la deshidratación y suministran fluidos al embrión.
Consejos para comer apio en el embarazo
Puedes comer sus tallos solos o mojarlos en hummus o salsa de judías para añadir una dosis de proteínas. Es un alimento ideal antes de irte a la cama si te cuesta consiliar el sueño. También puedes tomar agua de apio en el embarazo o hacer una receta de gazpacho con salsa de apio.