La remolacha es un alimento muy apropiado durante el embarazo, debido sobre todo a su alto contenido en ácido fólico o folato, vitamina muy importante para el desarrollo correcto del tubo neural del feto. Tomar remolacha estimula el crecimiento del bebé y minimiza el riesgo de que éste padezca malformaciones congénitas. Se puede consumir de muchas formas: remolacha cruda, cocida, en conserva...
Beneficios de la remolacha en el embarazo
Además de ser uno de los alimentos que contienen ácido fólico, la remolacha tiene muchos otros beneficios:
- Es rica en betacianina (el pigmento antioxidante que le da su característico color), que ayuda a proteger el ADN.
- Contiene betaína, rica para estimular las células del hígado y eliminar toxinas que pueden causar náuseas, cansancio y dolor de cabeza.
- Cuenta en su composición con una buena dosis de potasio, que ayuda a regular la presión sanguínea y prevenir la retención de líquidos.
- Contiene silicio, un oligoelemento que ayuda a absorber con eficacia el calcio y mejorar la salud ósea tanto en la madre como en el bebé.
- Tiene un alto contenido en hierro, que es útil para mejorar la anemia que suele aparecer durante el embarazo.
Antiguamente, la remolacha solía darse a las personas de aspecto pálido porque se creía que ésta les ayudaba a coger color y aumentar la cantidad de sangre en su cuerpo. Hoy en día, sabemos que esto se debe a su alto contenido en hierro.
Remolacha y candidiasis
Si eres propensa a las infecciones por candidiasis, deberás tener más cuidado al consumir remolacha. La candidiasis se ve potenciada por alimentos que son propensos a la fermentación y que contienen un alto contenido en fructosa o azúcares, lo que sería el caso de la remolacha. Reduce el consumo de remolacha y, si la tomas, que sea fresca y cruda, no en conserva ni con vinagres y azúcares añadidos.
Aprende a cocinar la remolacha