Los ácidos grasos Omega-3 son muy importantes durante el embarazo ya que contribuyen de forma decisiva en el desarrollo y el crecimiento del bebé dentro del útero. En concreto los ácidos grasos Omega-3 contribuyen al desarrollo del sistema nervioso y el cerebro, así como de la visión del pequeño.
Este tipo de ácidos también tiene importantes beneficios para la embarazada ya que reducen las probabilidades de padecer preeclampsia, tener un parto pretermino o sufrir depresión postparto.
Alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3
El Omega-3 se encuentra en multitud de alimentos, aunque el pescado azul es la fuente más importante de este tipo de nutrientes: sardinas, anchoas o boquerones, bonito, atún, jurel, palometa, salmón, caballa, arenque, congrio, trucha de mar, salmonete, pez espada o emperador, rodaballo…
Sin embargo, como durante el embarazo no conviene abusar del pescado, también puedes encontrar los ácidos grasos Omega 3 en otros alimentos como: nueces, semillas de lino, pipas de calabaza o en general cualquier alimento enriquecido con ácidos grasos omega-3: leche enriquecida, huevos enriquecidos, galletas enriquecidas..
Tipos de ácidos Omega-3
No todos los ácidos Omega-3 son iguales. Existen diferentes tipos, con sus propias caracteristicas y funciones, y cada uno se puede encontrar en unos alimentos u otros. Los principales ácidos Omega 3 son:
- Ácido Docosahexaenoico (DHA): El DHA es esencialmente importante para su organismo, y puede encontrarse principalmente en pescados.
- Ácido Eicosapentaenoico (EPA): El EPA puede encontrarse principalmente en pescados y en aceite de pescado.
- Ácido Alfa Linolénico(ALA): El ALA se encuentra principalmente en algunas semillas, aceites vegetales, y vegetales de hoja verde. Este tipo de ácido se convierte en ácido EPA y luego en DHA dentro del propio cuerpo.