¿Puedo comer avena en el embarazo?
Durante el embarazo la tasas metabólica sube, por lo que se recomienda comer avena, que gracias a su poderosa combinación de hidratos de carbono complejos, garantiza una liberación constante de energía.
Los alimentos de liberación lenta, como es el caso de la avena, equilibran el azúcar de la sangre evitando subidas súbitas de glucosa en el torrente sanguíneo. Los niveles de energía se mantienen estables, y eso también ayuda a regular el apetito de la embarazada, previniendo las náuseas y ayudando a controlar los antojos de comidas poco saludables. La avena contiene cinc y magnesio, que también ayudan a mantener el azúcar en sangre estable gracias asu estimulación de la insulina, así como de estrógeno y progesterona.
La avena contiene beta-glucanos, moléculas que tienen un efecto positivo en el sistema inmunológico y que por tanto pueden reducir el riesgo de rechazo temprano del embrión.
El cinc, la vitamina E, el calcio, el hierro y el ácido fólico favorecen el desarrollo del bebé. La avena además, también ayuda a regular el tránsito intestinal, algo muy positivo para las embarazadas que acostumbran a sufrir dolencias por estreñimiento y necesitan eliminar toxinas nocivas para mantener el equilibro hormonal a niveles saludables.
Además tomando avena en el embarazo podrás dormir mejor gracias a que ayuda a conciliar el sueño.
Consejos para comer avena durante el embarazo
Para facilitar la digestión de la avena puedes comerla en gachas, mejor que si la comes en copos crudos de muesli. Ponla a remojo en agua o zumo de manzana, y eso hará que aumente su eficacia contra el estreñimiento.
La receta de tortita de avena es ideal para reemplazarla por los antojos dulces del embarazo y saciar así tu apetito.
